El año está por terminarse, los congresistas ya realizaron la última sesión del pleno y es preciso hacer un balance de los primeros meses de la gestión de PPK al mando del país. Más allá de las buenas intenciones de Kuczynski, su poca firmeza y tino político a la hora de enfrentar a su oposición obstruccionista han dejado el sentir de tener un presidente débil. Sin embargo, también hubo episodios en estos meses donde los actos de corrupción de gente allegada a él mancharon su labor. Aquí expondremos tres episodios claves del mandatario que demostraron su pobre maniobra política.

El primero de ellos ocurrió con su exasesor en materia de salud, Carlos Moreno. El hombre del “negociazo” había tejido toda una red bien armado de corrupción en los hospitales amparado por su cercanía al presidente. Todo esto ocurría en las narices de PPK, pero tuvo que ocurrir una denuncia periodística para que Kuczynski descubriera lo que ocurría a su alrededor. Aun con eso, Pedro Pablo tardó en dar una respuesta firme contra Moreno y solo cuando la bomba había explotado recién recriminó duramente a su hasta entonces hombre de confianza.

El segundo episodio fue el ocurrido con el congresista Vieira. En un incidente confuso, el entonces parlamentario de la bancada oficialista fue separado de la bancada por presuntamente haber difundido unas conversaciones de sus colegas de bancada en la red social telegram. Más allá de si fue o no infraterno, dio la impresión de que PPK estaba controlado por un grupo selecto de parlamentarios integrado por Bruce, Sheput, Aráoz y Violeta.

Y el tercer episodio sin duda ha sido la censura del Ministro Saavedra. La debilidad de PPK para defender a uno de sus mejores ministros y la cobardía para plantear la cuestión de confianza terminaron por demostrar la poca mano política de PPK. Esta era una oportunidad inmejorable para que Kuczynski demuestre que no es súbdito del fujimorismo y que es él quien lleva las riendas del país y la desperdició. Es justamente en situaciones como estas que hace falta ser menos tecnócrata y más político.

Así está terminando este año para PPK. Depende solo del presidente que el 2017 sea mejor y para ello deberá reunirse con su bancada y hablar como dice el dicho popular “a calzón quitado”. Poner al país por delante debe ser la prioridad. Ojalá los diferentes líderes de las demás agrupaciones (fujimorismo en particular) reflexionen sobre su accionar en pro de la gobernabilidad. Aunque sea una vez al año. Aunque sea por navidad.